Una buena manera de ir modificando los jabones de proceso frío para lograr determinados requisitos es mediante el uso de diferentes combinaciones de aceites y mantecas durante la elaboración del jabón. Cada aceite aporta algo diferente al producto final que se pretende lograr.
Un jabón de proceso frío se puede hacer con un solo aceite, tal como el jabón de Castilla, que por lo general se refiere a jabón hecho 100% con aceite de oliva. Este Jabón es extremadamente suave, pero la espuma es mínima. Cuando el jabón se hace solamente con un aceite es muy probable que la barra resultante no este equilibrada en cuanto a ciertos parámetros que deben tenerse en cuenta como dureza, espuma, persistencia, entre otros. Por esta razón los jabones realizados mediante este proceso suelen hacerse con 3-6 aceites y mantecas diferentes.
Veamos algunas características que le van a aportar a nuestros jabones determinados aceites:
Aceite de jojoba : Incrementa la vida útil del jabón
Aceite de coco : Aumenta la dureza
Manteca de karite : Humecta y suaviza la piel
Un jabón de proceso frío se puede hacer con un solo aceite, tal como el jabón de Castilla, que por lo general se refiere a jabón hecho 100% con aceite de oliva. Este Jabón es extremadamente suave, pero la espuma es mínima. Cuando el jabón se hace solamente con un aceite es muy probable que la barra resultante no este equilibrada en cuanto a ciertos parámetros que deben tenerse en cuenta como dureza, espuma, persistencia, entre otros. Por esta razón los jabones realizados mediante este proceso suelen hacerse con 3-6 aceites y mantecas diferentes.
Veamos algunas características que le van a aportar a nuestros jabones determinados aceites:
Aceite de jojoba : Incrementa la vida útil del jabón
Aceite de coco : Aumenta la dureza
Manteca de karite : Humecta y suaviza la piel